Buenas a todos, aquí Kohai, como ya habéis podido notar soy bastante fan de las licencias de Games Workshop y de los distintos universos de Warhammer. Así que para variar un poco voy a traeros una reseña, de una novela, fundamental para el entendimiento del viejo Warhammer Fantasy y el nuevo Age of Sigmar. Así que hoy vengo a hablaros del Ómnibus La leyenda de Sigmar.
Este libro en verdad es una recopilación de novelas escritas por Graham MCNeill y traducidas por Aida Candelario Castro y Simón Saitó. En el caso de Graham, debo de introduciros Black Library, la editorial oficial de Games Workshop en la que escriben sobre los universos que ambientan sus juegos de mesa, donde esta persona es un escritor habitual con varias sagas y que ha trabajado directamente en los juegos de la empresa. El Ómnibus ha llegado a España de la mano de Planeta Libros y traducido por Minotauro.
SINOPSIS
Antes de convertirse en el Dios Rey de Azyr y en el salvador de los Reinos Mortales, antes de que el Viejo Mundo pereciera en los fuegos del Fin de los Tiempos, antes incluso de la fundación del Imperio, Sigmar fue un hombre mortal. Siendo el joven cacique de la tribu de los umberógenos salvó al gran rey de los enanos y se ganó la amistad eterna del pueblo de las montañas.
Cuando una poderosa horda de orcos amenazó sus tierras, unió a las tribus de los hombres para enfrentarse con ellos en el Paso del Fuego Negro. Desbarató el sitio de Middenheim e hizo retroceder a las fuerzas del Caos. Con su victoria sobre el gran nigromante Nagash salvó la humanidad, garantizó el futuro del Imperio y dio los primeros pasos en el camino que lo llevaría a convertirse en una divinidad. Sus hazañas son legendarias. Esta es su historia.
RESEÑA SIN SPOILERS
A lo largo de este libro nos cuentan la historia de Sigmar y el origen del Imperio de la Humanidad desde la tribu de los humberógenos. Todas los enfrentamientos que han tenido contra las tribus de pieles verdes, los bárbaros del norte, no-muertos o incluso alguna otra tribu humana. Sumado a todos los problemas personales que tuvo que superar para terminar convirtiéndose en Emperador.
Todo el libro está centrado en la historia de Sigmar y en las batallas que libran, al fin y al cabo se dedica a ambientar un wargame, qué mejor publicidad que una novela te inspire para representarla con sus miniaturas, pero (y un gran pero) la guerra no es el único tema de esta obra, sino que está llena de un enorme elenco de personajes humanos, los cuales deben de sobrevivir y relacionarse en este contexto de guerras y posguerras, algo que a veces en estas historias se suelen olvidar, pero no es el caso.
En términos de escritura me vais a perdonar, porque no es que haya leído una enorme cantidad de libros, pero sí los suficientes como para reconocer que esta novela está maravillosamente escrita y traducida. Las descripciones y los diálogos de los personajes de los personajes te hacen creer que están vivos y que de verdad han sufrido los horrores que narran.
Por otra parte, se que hay un poco de escepticismo frente a las escenas acción o los combates, como si fuera muy sencillo escribirlas o fueran algo cliché, pero en este caso lo que busco es que el escritor de verdad sea capaz de mantenerme enganchado con un combate, querer que sobreviva ese personaje, crearme una tensión con cada golpe y permitirme entrar dentro del relato y en este caso lo han conseguido con muchas de sus escenas.
RESEÑA CON SPOILERS
Realmente, si eres jugador o conoces la franquicia, no es ningún misterio averiguar que Sigmar termina triunfando y funda el Imperio de la Humanidad. La novela, por así decirlo, rota entre tres grandes batallas: La Batalla del Paso de Fuego Negro, en la que Sigmar consigue aliarse con casi todas las tribus de humanos que habitan a su alrededor y con un reino Enano para detener la marcha del mallor waaagh (Horda) de pieles verdes (Orcos y Goblins) que se había formado hasta la fecha. La segunda, es detener una invasión de adoradores del Caos, usando el bastión Middenheim, la ciudad del lobo blanco, una fortaleza construida en la cima de una montaña. Por último, derrotar a Nagash, el gran nigromante y su enorme legión de no-muertos. Adicionalmente a estas hay una serie de batallas menores, pero lo que me gustaría destacar es que en estos campos de batalla hay humanos luchando por sus vidas, no tenemos a Superman ni a una máquina, la verdad es que la guerra es muy sucia, sufrida y realmente en esta historia el único protagonista que es necesario que sobreviva es Sigmar, por lo que se crea una terrible tensión de quien va a ser el siguiente. Junto a esto también quiero destacar que hacen un gran trabajo para que te preocupes por los hermanos de armas de Sigmar, en mi caso especialmente por Wolfgart, son personajes vivos, con opiniones, distintos estilos de vida y que pueden fallar.
Por otra parte, la novela solo trabaja dentro del estereotipo Tolkeniano (Basado en la obra de Tolkien), el cual conocemos de sobra, un mundo fantástico con orcos, enanos, elfos y algún demonio, si estamos ante un viejo conocido, pero para los que os guste la fantasía medieval más clásica la novela es muy disfrutable ya que tiene sus distintas reorientaciones o matices cambiados que personalmente me generan interes.
Debo admitir que la novela tiene una complicación, pese a estar llena de bastantes explicaciones y tener un Archivo, es una historia coral llena de terminología del propio juego, por lo que se puede hacer algo espesa de leer.
Finalmente, quiero hacer una reflexión sobre lo que he dicho y recalcar uno de los temas de la novela, según mi perspectiva: en la guerra no hay vencedores, por muy épica o gloriosa que sea la victoria, hay personas muertas, mutiladas, huérfanos, crisis, plagas o la locura causada por el estrés post-traumático, y es muy importante no olvidarlo, no olvidar que en la batalla de Minas Tirith lucharon dos reinos enteros y solo sobrevivió un reducto para distraer a Sauron en la Puerta Negra, no olvidar que tras la segunda guerra mundial se llegan a estimar los 100 millones de muertos. La guerra es algo terrible, muy épico de representar, pero también hay que mostrar sus consecuencias.
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