Hola a todos, al habla Senpai. Hoy voy a hablaros de qué me ha parecido la serie de Loki protagonizada por el dinámico y magnífico Tom Hiddleston… ya veis que no puedo ser muy imparcial en esto. Para empezar, debo confesar que no soy una gran fan del MCU, no porque tenga un problema con las películas, sino porque los personajes de los superhéroes nunca me han atraído tanto como a otros, me gustan muchísimo más los villanos y, sobre todo, los villanos bien construidos, he aquí otra de las ventajas de la serie de Loki para mí, que su protagonista me encantaba.
Debo reconocer que al principio no me terminaba de convencer la idea de una serie enfocada en este personaje, y me preguntaréis, ¿por qué si tanto te gusta? Bueno, porque el Loki que conocemos y que se ha ido construyendo a lo largo de toda la trayectoria del MCU está, por desgracia, muerto. El protagonista de esta serie iba a ser un Loki que apenas había tenido recorrido y emocionalmente estaba en su despertar villanesco, justo tras su fallido intento de conquista en Nueva York. Pero pese a mis recelos iniciales, me ha terminado encantando.
Empecemos analizando un poco al personaje de Loki, quién inició sus andanzas en una de las sagas, en mi opinión, más flojas del MCU, la saga de películas de Thor. Allí se nos presentaba como un príncipe que había sido criado para ser rey, pero que vivía a la sombra de su deslumbrante hermano mayor, al que quería y envidiaba al mismo tiempo. Loki es el Dios del Engaño, mientras que su hermano Thor es el Dios del Trueno. Vaya con los favoritismos en Asgard. Que se premiara la naturaleza barbárica y egocéntrica de Thor más que el intelecto agudo de Loki, no hicieron más que menoscabar la autoestima del joven príncipe. Y el golpe final fue cuando se enteró de su verdadero origen, de que, encima de todo, era el hijo adoptado de Odín, el hijo del enemigo acérrimo de los Asgardianos, un Jotun.
«Soy el monstruo del que advierten los padres a sus hijos por las noches»
Y todas esas ocasiones en las que se había sentido dejado de lado en favor de Thor, ninguneado o apartado, tomaron forma en su cabeza de manera retorcida: Odín nunca lo había querido de verdad, porque no era su hijo biológico, porque era un monstruo.
Y aquí empieza la tragedia de Loki, un dios que no fue capaz de comprender el amor de su familia. Y como no podía apreciar ese amor, no podía devolverlo, y lo escondió profundamente en su alma. Se convirtió en un narcisista, un egoísta, alguien hambriento de poder. Quiso probarle a su padre adoptivo que era digno de él y de heredar su trono, a diferencia de Thor, quiso probarse a sí mismo que podía ser tan bueno como su hermano, mejor que su hermano. Y tras muchísimos altibajos, e idas y venidas entre su parte narcisista y el amor por su familia, terminó muriendo en un intento fútil por salvar a su hermano, llamándose a sí mismo Odinson. El arco del personaje termina, justamente, cuando por fin se ha aceptado a sí mismo.
Pero en la serie tenemos al Loki que ha sido arrestado en Nueva York, que no ha vivido la pérdida de su madre, ni ha reforzado el vínculo con Thor, ni ha tomado el trono de Asgard, ni se ha enfrentado al Ragnarok, ni ha estado dispuesto a luchar y sacrificarse por su gente. Volvemos, casi, al punto de partida. Entonces la serie hace algo que me pareció un movimiento muy inteligente, coge a este hombre sacado de su realidad y se le da la oportunidad única de ver en lo que se convertirá. Ve como sus acciones egoístas van a herir a aquellos a los que más quiere. Ve como desemboca en la muerte de su madre, pero también ve como a pesar de todo, el amor de su hermano por él se mantiene. También puede ver como finalmente él está destinado a morir en vano por su gente. Ve la futilidad de sus acciones egoístas, ¿pero puede cambiar en esta nueva realidad igual que ha visto que lo haría en la realidad que él ha visto?
«No naciste para ser rey. Naciste para causar dolor, sufrimiento y muerte. Así es, y así será. Todo para que otros puedan lograr sus mejores versiones de sí mismos»
Este no es el Loki que conocíamos, pero con esa simple secuencia, el golpe de realidad lo coloca en una posición diferente, en una posición de cambio.
«No disfruto haciendo daño a la gente. No lo disfruto. Lo hago porque tengo que hacerlo, porque es parte de la ilusión. Es el truco cruel y elaborado que conjuran los débiles para inspirar miedo»
El camino del héroe empieza mucho antes para él. Sin embargo, en este nuevo lugar no tiene a nadie. No está su hermano, ni su madre, ni su padre, ni su gente. Y Loki no se ve capaz de cambiar del todo si no hay nadie por quién cambiar, así que sigue refugiándose en su faceta egoísta y con ansias de poder.
«Estás solo, y siempre lo estarás»
Hablando de la TVA, como concepto me ha gustado mucho, aunque si es cierto que controlan el flujo del tiempo en todo el Universo, quizás he echado de menos alguna que otra raza alienígena, pues los humanos no son el culo del mundo, pero bueno, es un detalle. Se nos introducen como una organización que vela por el bien del mundo, pero a su vez erradican cualquier cosa que se salga de la línea de lo previamente determinado por los Guardianes del Tiempo, unos seres que crean la Sagrada Línea Temporal y que, por ejemplo, permitieron que Thanos erradicara a la mitad del Universo, pero también que los Vengadores la liaran por diferentes líneas temporales hasta conseguir su objetivo. Nada de favoritismos por aquí, eh.
Dentro de la TVA tenemos a Mobius M. Mobius, interpretado maravillosamente por Owen Wilson, un personaje que me ha encantado a más no poder. Su relación casi paternofilial con Loki era un complemento ideal para la personalidad más altiva y pedante del Dios del Engaño, pues le sabía devolver todas las pelotas. Mobius le puso los pies en la tierra, le dio más de un voto de confianza y le enseñó que podía ser algo más que lo que se había dictado para él.
«Podrías ser quien quisieras, lo que quisieras ser, incluso alguien bueno. Quiero decir, en caso de que nadie te lo hubiera dicho nunca»
Mobius es también quién le da una nueva motivación a Loki, van en busca de una variante de él mismo, lo que a este le da tiempo a urdir un plan: ganarse la confianza de la TVA y, en algún momento, tomar el control de la misma. En este momento se convierte casi en un acto de supervivencia, pues la alternativa es la muerte, e igual que lo vimos medrando en Sakaar arrimándose al sol que más calienta, aquí Loki hace lo propio convirtiéndose en un hombre de la TVA. Pero entonces se encuentra con ese alguien que le dará un tumbo a su vida. Es alguien a quién conoce, pues es él mismo. O una versión de sí mismo. Una versión femenina de Loki que lleva de cabeza a la TVA durante demasiado tiempo y que no han sabido cazar. La presentación de este personaje, burlándose de Loki y más tarde revelando su rostro, es maravillosa.
«Esto no va sobre ti» le dice, y él viendo una oportunidad, la sigue.
Ella es, de alguna forma, la oportunidad también que se le da a este nuevo Loki de aprender a quererse a sí mismo, sobre todo después de lo que ha visto sobre su futuro. Pero su parte más narcisista lo fuerza a imponer su superioridad sobre su otro yo. Se pelea con ella y planea traicionarla. Luego se da cuenta de que ella no es él. Ella se ha cambiado el nombre porque no es él. Ella fue eliminada de la realidad porque no es él. Él prefiere el encanto, ella prefiere la fuerza bruta. Él es espontáneo, ella es calculadora. Ambos solamente se parecen en que están rotos por dentro. Él quiere conquistar la TVA y gobernar por sí mismo, pero ella quiere echarlo todo abajo. Ella no es Loki, y por eso es Sylvie.
Sylvie, interpretada por Sophia Di Martino, se ha metido de lleno en el MCU con todas las de la ley, es un personaje cautivador y muy bien interpretado, y con una historia de lo más interesante. Sylvie es la villana para la TVA y la heroína para Loki. Sylvie era una niña cuando su realidad fue erradicada, perdió a su familia, su hogar, su gente, y casi fue asesinada por la TVA, pero escapó y se ha criado al amparo de cientos de apocalipsis, allí donde la TVA no podía detectarla. No ha tenido un momento de descanso desde entonces, no tiene amigos, no tiene vínculos, no tiene a nadie, ha vivido en solitario y con la única meta de destruir a aquellos que destruyeron su vida. Ha seguido adelante alimentada solamente por ese sentimiento y nada más, y cuando esa misión termine, no sabe qué será de ella.
«El universo quiere liberarse, por lo que manifiesta caos. Como yo naciendo la Diosa del Engaño. Y tan pronto como eso creó un desvío lo suficientemente grande de la Línea Sagrada del Tiempo, la TVA apareció, borró mi realidad y me tomó prisionera. Sólo era una niña»
Loki y Sylvie comienzan sus peripecias juntos en cuanto escapan de la TVA y terminan varados en Lamentis 1, un planeta a punto de perecer. Su relación avanza demasiado rápido para mi gusto, pero es algo que la serie necesita debido a su corto número de capítulos, cosa que no sé si afectó el Covid-19, ya que tuvieron que interrumpir grabaciones. En escala de tiempo el apego romántico entre ambos inicia deprisa, aunque en una situación como la suya, ante un apocalipsis y con las emociones a flor de piel, lo puedo comprar. Y ese sentimiento que se despierta en ambos es tan radical que el destino del universo casi es alterado por ello mismo. Aun hoy me genera dudas por qué su Nexus Event fue tan grande, ¿es porque Loki, como ente, está destinado a estar solo y a despegarse de su bondad? ¿es porque ambos se estaban alejando tanto de su camino determinado? ¿es por el amor que florecía entre los dos?
«¿Crees que lo que hace que un Loki sea un Loki es que estamos destinados a perder?»
«No. Podemos perder. A veces de forma dolorosa. Pero no morimos, sobrevivimos»
Y sobrevivieron. Vuelven a la TVA y comienzan una pequeña revolución con la agente B-15 y Mobius, pues todos en la TVA son variantes, como ellos. Matan a los Guardianes del Tiempo, todo para descubrir que no son de verdad, que hay alguien más detrás de todo. Entonces Loki es “eliminado” justo antes de confesarse y yo como espectadora salté de la silla. Menudo cockblock, señorita Renslayer.
Hablando de Ravonna Renslayer, interpretada por Gugu Mbatha-Raw, es otro personaje que me gustó bastante. Determinada a cumplir su propósito con mano de hierro, sin plantearse las consecuencias para los seres que eliminan, y que cuando toda su realidad se rompe en pedazos, no se resigna, quiere encontrar la verdad detrás de la verdad, que todas sus acciones, sus terribles acciones a lo largo de los siglos, han valido de algo. Que están justificadas. Preveo que más adelante la vamos a ver de la mano de Kang el Conquistador, como su contraparte en los cómics.
Ya terminando, nos encontramos con uno de los capítulos más graciosos a mi parecer. En el fin de los tiempos Loki entra en contacto con muchísimas versiones alternativas de sí mismo, el Loki Clásico (Richard E. Grant), el Loki niño, el Loki presidente, el Loki caimán… maravillosos. Todos los Lokis que se salen de la Sagrada Línea del Tiempo, y son muchos, terminan varados en este lugar para ser devorados por un monstruo llamado Alioth. Y entonces aparece Sylvie.
Él ha descendido a los infiernos y ella lo ha seguido. ¿Es posible que ella lo quiera de vuelta? ¿Es posible que él pueda curar la rotura que hay en ella, la rotura que él comprende, del mismo modo que ella ha curado su rotura? Más tarde, él le asegura su devoción por ella, y que, aunque él ha traicionado a todo el mundo que ha amado, no la traicionará a ella. Él le promete que estará ahí para ella cuando su noble propósito termine. Le promete que lo harán funcionar juntos.
«Quizás… quizás podamos resolverlo juntos»
Sigo pensando que la relación entre ambos necesitaba respirar un poco más para verse más creíble, y que es una pena que dejemos de ver tan pronto a las otras variantes de Loki, me podría haber pasado un par de capítulos en el Fin de los Tiempos viendo todas las dinámicas entre Lokis.
Al final, consiguen embrujar a Alioth gracias al sacrificio del Loki Clásico, que es una pedazo de escena, todo debe decirse. Nuestros protagonistas llegan a la guarida del enemigo detrás de todo. Un castillo en un meteorito en el centro de la Sagrada Línea Temporal. Aparece Miss Minutes y los tenta con un futuro juntos, pero ellos siguen adelante, diciendo que son ellos quienes van a determinar su destino de ahora en adelante.
Este último capítulo pega un pequeño bajón al inicio, sobre todo porque es mucha exposición de información y porque el villano es, a todas vistas, una decepción. La serie lleva jugando con nuestras expectativas desde el principio y ahora conocemos a Kang (Aquel que permanece), interpretado por Jonathan Majors, un tipo excéntrico, poco intimidante y que parece tomárselo todo a broma. Estoy segura de que próximamente veremos más de Kang y de Jonathan Majors interpretando versiones no tan bondadosas del mismo, y este si va a dar miedo. Pero como digo, aquí el ritmo flojea un poco, a pesar de que es necesario para entender lo que va a venir próximamente en el MCU.
Kang les dice que él ha escrito sus historias para que llegaran hasta él, les dice que pueden matarlo y tomar el control, y que, si no lo hacen, múltiples versiones de si mismo y más malvadas intentarán apoderarse del Multiverso iniciando una guerra catastrófica. Loki vaticina la idea, porque es nuestro Loki, pero Sylvie no, ella no quiere derrocar el régimen de la TVA por los oprimidos como ella, sino por su propia venganza. Su vida entera ha sido dedicada a destruir al hombre que tiene delante y no puede detenerse o nada de lo que ha hecho habrá servido para algo, eso es lo que mueve su espada. Loki le implora que lo reconsidere, temiendo por su seguridad y expresando su amor por ella, y ella lo reciproca, se besan, pero antepone la misión, lo expulsa hacía otra dimensión y procede a tomar su ansiada venganza.
«He estado donde tu estás. He sentido lo que sientes. No me preguntes cómo lo sé. Todo lo que sé es que no quiero hacerte daño. No quiero un trono. Solo quiero que estés bien»
La serie finaliza con la apertura del Multiverso y la entrada de lleno en la Fase Cuatro del MCU. Sylvie ha desatado el caos al asesinar a Aquel que Permanece y Loki se encuentra varado en una nueva realidad. Él se sienta solo, perdido en sus pensamientos, rodeado de pena y oscuridad. Pero se levanta, decide ayudar. Ella está en peligro. Y él actúa no porque piense que ella es buena, sino porque él ahora es bueno gracias a ella. Loki tiene todas las razones para guardarle rencor. Lo ha rechazado, ha dudado de él, lo ha engañado y lo ha enviado a un lugar en el que completa la memoria de una profecía: que él siempre estará solo. Y aún así, al contemplar la temerosa imagen de Kang el Conquistador en la TVA, no está enfadado, sino asustado. Incluso ahora, todo lo que él quiere es que ella esté bien.
Qué queréis que os diga, la serie tiene sus pequeños fallos, le acusa la falta de tiempo y la rapidez con la que se resuelven algunas de sus tramas, pero es compensado por los personajes, sus dinámicas y su evolución. Tom Hiddleston y Sophia Di Martino tienen una química magnífica, y nos han conquistado a todos como Loki y Sylvie, desde luego a mí muchísimo, y la resolución de la trama abre tantísimas posibilidades que uno no puede sino engancharse a lo que venga.
Creo que también trata muy bien los arcos de sus personajes, aunque apresurados, y plantea cuestiones que son difíciles de contestar, ¿es la TVA realmente malvada? ¿es justo trabajar por el mal menor y eliminar todo lo que pueda causar un multiverso desatado? ¿tenía razón Sylvie al matar a Kang? Opino que no hay una respuesta categóricamente correcta y eso me parece fantástico. Ahora que está confirmada la segunda temporada, solo me queda esperar, intrigada, por ver si estos dos se reencontrarán en algún momento, o si Loki podrá recuperar la relación con su hermano y convertirse en uno más de los héroes del MCU.
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