Hola a todos, os habla Senpai y no, hoy no es la reseña de una novela, sino de una serie que viene de una novela. Se trata de «La Caza. Monteperdido» una serie de thriller psicológico basada en la novela «Monteperdido» de Agustín Martínez. Fue el mismo autor quien la adaptó a televisión junto a otros guionistas y esta se estrenó en 2019 en TVE.
La serie inicia con la desaparición de dos niñas de once años, Ana y Lucía, las cuales se perdieron en los bosques montañosos de Monteperdido. Cinco años después, Ana vuelve a aparecer, lo que provoca que dos agentes de la UCO tengan que reabrir el caso con tal de encontrar a la otra niña. ¿Dónde está Lucía? ¿Cómo ha escapado Ana? Y, sobretodo, ¿quién del apacible pueblo de Monteperdido fue el responsable de secuestrarlas?
La serie está protagonizada por la sargento Sara Campos (Megan Montaner), el inspector Santiago Baín (Francis Lorenzo) y el cabo Víctor Gamero (Alain Hernández), quienes intentan recabar las pistas del secuestro de las niñas a través de Ana (Carla Díaz).
La estructura de los capítulos, nos lleva a que en cada uno de ellos se señale a un posible culpable, las pistas son capaces de incriminar a varios personajes: la pertenencia a la cofradía, su conocimiento sobre los montes, algunos son cazadores y conocen los refugios de las montañas… Además de que, conforme más se acercan, más difícil se lo pone el secuestrador pues no para de evadirlos. En cada capítulo, por tanto, conocemos más sobre los personajes, sus vidas privadas y lo que pueden ocultar. Me gustaría destacar a dos de ellos, aunque hay bastantes y me gustan mucho las interpretaciones de la serie, la primera es Caridad (Beatriz Carvajal) una enigmática anciana que siempre sabe qué decirle a Sara Campos cuando se siente perdida y que no hace sino despertar más preguntas en el espectador; y Nicolás (Jordi Sánchez) tan bien trabajado que consigue inspirar mucha ternura. Así mismo, la propia Sara Campos es un personaje bastante complejo, una mujer con un pasado tormentoso, adicta al trabajo y cuya implicación emocional en los casos la lleva en ciertos momentos al delirio.
Dentro de este contexto, también se retrata bastante bien los diferentes espectros de cómo una comunidad de personas ha afrontado esta terrible situación del secuestro de dos niñas. Hay padres que se rindieron e intentaron seguir con su vida, hay padres que se han quedado estancados en ese momento y no pueden olvidar, hay vecinos a quienes les resulta pesado que se sigan haciendo misas y actos por una causa perdida, hay otros que fingen dar su apoyo, hay padres que buscan un reconocimiento mediático y que están dispuestos a cualquier cosa con tal de hacer lo que creen correcto. En general, una amplia gama de personajes, muy diferentes entre si, pero cuyas acciones me han parecido muy reales. El propio secuestrador incluso, de cara al final, comete ciertos errores bastante humanos que nos dejan entrever que no es una mente maquiavélica, sino una persona normal, con sus puntitos de perturbado, por supuesto.
Finalmente, la ambientación es en ocasiones mágica, pues se trata de un pueblo rural de montaña rodeado de un extenso paraje natural, con preciosas montañas, bosques extensos, lagos y cascadas. El rodaje se llevó a cabo en el Valle de Benasque, situado en el Pirineo aragonés en la comarca de la Ribagorza, y fueron los pueblos de Benasque y Cerler los que representaron al pueblo ficticio de Monteperdido. Supieron integrar mitos y leyendas sobre dichas montañas, y la veneración y miedo que la gente del pueblo sentía por la naturaleza que los rodeaba, conseguía que fuera un personaje más de la serie, como si la montaña, en ciertas instancias, fuera también una villana inmisericorde. También ayudó a crear ese ambiente más hostil el como retrataban a la gente del pueblo y a ese tipo de mentalidad cerrada, ellos confían en los que conocen y a los que son de fuera, no los ayudan o son los primeros a los que echar las culpas; o que los personajes más jóvenes, quisieran constantemente escapar de aquel lugar aislado y que tan poco podía ofrecerles más allá de un bello paisaje.
En conclusión, La Caza es una serie bien escrita, con unos personajes creíbles, escenas de acción y una estructura que te mantiene en constante duda sobre quién o quiénes pueden ser los culpables del secuestro. Así que si os gustan los thrillers y las tramas policíacas, esta es vuestra serie. A su favor, este año pasado se le hizo una segunda temporada, a pesar de que no había planes iniciales de continuarla, debido a la fama y reconocimiento que alcanzó la serie, y a mí me gustó incluso más, pero de eso ya os hablaré la próxima semana. Y aquí se despide Senpai!!
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