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Foto del escritorSenpai yKohai

Reseña de «La Última Luz de Tralia»

Actualizado: 9 sept 2021

«La Última Luz de Tralia» es una novela corta escrita por Isa J. González, una joven escritora con la que comparto carrera, pues estudió Biología en la universidad, algo que permea a través de toda la obra. Esta misma novela fue nominada al premio Ignotus 2021 a mejor novela corta. En 2019, Isa fue Mención de Honor en el Premio Ripley III con su relato << De Reykjavik a las estrellas >>, y tiene una página web en la que podéis encontrar y leer más sobre ella http://atravesdeotroespejo.blogspot.com/


Editorial: Crononauta.

Año de publicación: 2020.

Género: Novela corta, sci-fi, hopepunk.


SINOPSIS


Kenichi flota en el espacio. La nave en la que viajaba ha sufrido un accidente, y él parece el único superviviente. Su deriva es también la de una civilización casi extinta que busca un nuevo hogar en las estrellas. Su mensaje de socorro: un pequeño pulso en el vacío.


La suerte parece cambiar cuando otra nave acude a la llamada, pero pronto descubrirá que su salvación le pone frente a un nuevo desafío. La nave que le recoge pertenece a la raza zestiana, con quienes compartían Tralia, su planeta de origen, y ahora, una vez más, ambos pueblos vuelven a compartir destino.


Los zestianos están también al límite de sus esperanzas e, igual que sus antiguos vecinos, recorren el espacio en una búsqueda a contrarreloj: una extraña enfermedad ha diezmado a sus tripulantes y amenaza al grupo, cuyas vidas y misión pueden llegar a estar en manos de un extraño.


RESEÑA SIN SPOILERS


La trama nos sitúa en un futuro lejano, en un viaje por el espacio en busca de un nuevo hogar. Está plagada de elementos de ciencia ficción, pero también se centra en muchos aspectos más humanos y psicológicos, como son la pérdida, la soledad y la añoranza, que impregnan todos los capítulos del protagonista, Kenichi.


Como he mencionado antes, la autora estudió Biología y más tarde un Máster en Historia de la Ciencia, algo que veo que le ha servido en la novela, pues aplica varios conceptos biológicos, por ejemplo, a la fisiología de los zestianos. Esto a mí me encanta, pues estudié la misma carrera y además, veo que realizó un buen trabajo de documentación a la hora de diseñar sus mundos.


El protagonista principal es Kenichi, un traliano que ha tenido que abandonar su planeta, Tralia, pues este estaba en decadencia y la vida allí pronto resultaría insostenible. Ken inició su viaje en una de las naves Nodrizas que buscaban un futuro hogar, teniendo que abandonar a sus padres, su casa, todo lo que había conocido, incluso a su hermana, que se fue en otra nave. Y como si esto no fuera suficiente, la Nodriza en la que viaja sufre un accidente y todos mueren menos él, quién se queda varado, en medio del inmenso espacio, rodeado de muerte y desesperación. Este evento marca mucho al personaje y vemos como arrastra las secuelas a lo largo de toda la novela, cosa que agradezco pues, aunque a veces Ken puede resultar algo apagado o retraído, es perfectamente normal que se comporte así tras todo por lo que ha pasado.


Por su parte, los otros personajes que se nos presentan de la raza de los zestianos son bastante diversos. Destacaré a Rune, un muchacho a todas vistas alegre y risueño, el que levanta la moral dentro del grupo, creo que, sin él, la novela podría haber resultado más pesada o pesimista, pues muchas veces estamos en la cabeza de Ken, y Rune es capaz de elevar la moral hasta del lector. Es también a través de Rune que conocemos muchos de los conceptos culturales de los zestianos y vemos el contraste con los humanos de Tralia.


Los otros zestianos son la capitana de la nave, Tyra, un personaje con mucha presencia y fuerza, pero de la que se nos enseñan sus debilidades y puntos flacos, algo que me gusta mucho. Lleva demasiado tiempo soportando la carga y la responsabilidad de salvar a su gente, y la culpabilidad por la enfermedad que arrasó a la gran mayoría de su tripulación, y esto se ve muy bien reflejado en sus escenas más íntimas con Daven.


Es también con Tyra con quién vemos ese contraste entre zestianos y tralianos, pues ambas razas no siempre han estado en paz, y el conflicto al que se enfrenta ella con los problemas de las otras nodrizas es muy realista. Puedo entender el enfado de Ken, pero también el razonamiento de Tyra. Aun así, hay unas palabras que se repiten a lo largo de toda la novela, que son dichas por el padre de Ken, «Son diferentes, pero respiran, aman, sienten, viven y comen como nosotros», y esas palabras podemos aplicarlas en nuestra actualidad y, a veces, son tan tan necesarias.


El resto de personajes, otros zestianos, Eyra, Sigrid y Daven tienen sus momentos para brillar, y me gustó mucho ver como cada uno se relacionaba a su forma con Ken, el recién llegado, o asimilaban la situación por la que pasaba su nave Nodriza y su civilización. Sus reflexiones y sentimientos son realistas, y como toda la novela, bailan entre la esperanza de un futuro prometedor y la resignación de un éxodo que puede ser eterno e infructuoso. Esa sensación de agobio y ansiedad, de cuenta atrás, pude sentirla patente en los personajes.


La novela está muy bien escrita, logra transmitir bastante en el poco espacio que abarca, pero no puedo evitar pensar que podría haber sido más rica con unas cuantas páginas de más, porque el contexto que ha creado la autora es de sobra interesante y los temas que plantea podrían haber sido abordados con más tiempo y profundidad. El formato de novela corta, quizás, se le ha quedado un poco corto, y a mí desde luego me hubiera encantado leer más de este universo.


RESEÑA CON SPOILERS


Cosas que me han gustado:


-El planteamiento del universo, ese éxodo espacial de la humanidad quizás no sea un tema novedoso, pero creo que la autora lo ha sabido tratar de maravilla y esta idea de la búsqueda del hogar permea a lo largo de toda la obra.


-El protagonista principal, Kenichi, está bastante bien desarrollado, podemos empatizar perfectamente con él y su pérdida, con su soledad y su melancolía por todo lo que ha dejado atrás.


-El concepto de los bosques de vida. Me parece una forma preciosa de honrar a los muertos, devolviendo la vida a la Tierra para que esta de fruto a algo nuevo.


-Los zestianos como raza me han encantado. El tema de que, debido a que son mayormente acuáticos y dado que el sonido no se transmite igual por el medio acuoso, hayan desarrollado la telepatía como forma de comunicación, lo que los hace muy diferentes a los humanos incluso en el modo de relacionarse, de sentir y de transmitir cosas en su cultura. El detalle de que ellos tienen hemocianina en la sangre, y no hemoglobina, y por tanto su piel y color sanguíneo son diferentes, y son afectados por este virus que secuestra el cobre. Todos esos detallitos biológicos me fascinan, pues da la impresión de que de verdad hay una documentación detrás.


-El concepto de la aceptación y la igualdad está muy arraigado en la obra, y más marcado por el hecho de que son dos razas diferentes, pero la intención de transmitir el mensaje de unidad es lo que me parece más importante.


-El final me dejó rotísima, algo que me encanta. Cuando llegan a dos planetas, uno verde y azul pero contaminado, y otro rojo y artificialmente acondicionado, y descubren a los habitantes criogenizados, entonces te da el golpe de realidad, son la Tierra y Marte, el lugar del que proviene la humanidad, y allí residen sus ancestros, los que pusieron todas sus esperanzas en ellos. De verdad, brillante.


Cosas que no me han gustado:


-Al ser una novela corta, a veces me daba la impresión de que las relaciones entre los personajes, sobre todo Ken y Rune, iban demasiado deprisa. Pero es cierto que estoy más acostumbrada a leer novelas largas.


-Esto es una pega menor, pero ya que los zestianos son mayormente acuáticos, me hubiera gustado verlos con más dificultades a la hora de adaptarse al medio “terrestre”, pues en su Nodriza no hay escenas que involucren el agua.


En conclusión, una lectura muy entretenida, se lee rápidamente y engancha de principio a fin. Tiene un elenco interesante de personajes y una trama atrapante, la ciencia ficción mezclada con el espacio es un género que estoy descubriendo que cada vez me gusta más, y además esta novela tiene un trabajo de documentación detrás meritorio. No sé si va a tener continuación, podría tenerla o podría finalizar aquí la historia, sea como sea, estaré esperando leer más de la autora. Añadir también que el diseño de portada me parece precioso y que la edición está muy bien cuidada.


Puntuación: 4/5



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