Hoy toca mostraros al tercer personaje que participa en la aventura de Warhammer, cuyo primer capítulo ya tenéis publicado en el podcast!! Este personaje está interpretado por nuestra amiga Noelia (@sansalonii) y fue creado con las normas de la cuarta edición. Una cazadora de brujas cuya obsesión por combatir al caos la ha llevado en una espiral de descenso hacía su propia oscuridad.
Clase: Exploradora.
Carrera: Cazadora de Brujas.
Edad: 33 años.
Rasgos físicos: mide 1,80 m y pesa 65 kg. Es una mujer alta y fuerte, de cuerpo atlético. Tiene el cabello de un rubio dorado, corto en la nuca, los ojos azules y la tez clara. Su rostro suele ser severo e inspirar respeto, aunque a su forma puede llegar a ser más coqueta y femenina. Viste con los ropajes propios de un cazador de brujas, con su larga gabardina, y el peto de cuero.
Personalidad: es una mujer directa y en principio educada, respeta los protocolos y se toma muy en serio su trabajo. Suele ser simpática y animada, aunque por dentro esconde un tinte más agresivo. Su obsesión con combatir al caos y experiencias de su pasado la llevaron a despertar una naturaleza más retorcida en contrapunto con su sentido moral, pues disfruta torturando a sus prisioneros, y tiende a sobrepasarse.
Historia: nació en una familia de medio estatus, seguidores de la fe de Sigmar, recibió una educación normal y creció queriendo ser una paladina de su dios, por lo que comenzó sus estudios y entrenamiento para convertirse en una cazadora de brujas, dispuesta a combatir las aberraciones del caos. Siendo joven y durante su formación como cazadora de brujas conoció a un muchacho del norte y por un arrebato emocional, decidió seguirlo a su tierra natal y conocer sus costumbres. Él era adorador de Ulric, el Dios Imperial de la Guerra, el Invierno y los Lobos y el Protector del Imperio del Norte, y con el tiempo Astrid comenzó a profesar su fe también a Ulric. Sin embargo, su amado murió en una de las guerras del norte y lo único que le quedó de él, fue su perro lobo Ake, que a partir de entonces la acompañaría a todos lados, y la fe de Ulric.
Ya ejerciendo como una cazadora de brujas, se ha ganado su fama y reputación, pues ha tenido que lidiar con numerosos casos durante su trayectoria. Pero algo que atormenta a Astrid es su obsesión por combatir al caos, algo que se vio acrecentado tras la muerte de su amado, lo que ha terminado convirtiéndola en alguien mucho más violento. Empezó a torturar a sus prisioneros de formas más agresivas y hasta lo disfruta, se ha convertido en una sádica, aunque ella no se haya querido dar cuenta. Quien si es consciente de esto es Muge, el forense con el que suele trabajar, pues él ha podido notar su descenso hacia el sadismo al ver el estado en el que le llegaban los cadáveres. Aún así, Astrid sigue siendo una respetada cazadora de brujas en la ciudad y suelen contar con ella para las investigaciones.
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